Según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, el número promedio de hijos nacidos vivos por mujer en los países latinoamericanos presenta una brecha significativa entre las naciones con mayor y menor fecundidad. Haití encabeza la lista con 2,7 hijos por mujer, mientras que Uruguay, Chile, Cuba y Costa Rica se sitúan en el extremo opuesto, con apenas 1,5.
Este descenso en la fecundidad se asocia con múltiples factores: el aumento del acceso a métodos anticonceptivos, el mayor nivel educativo de las mujeres, el retraso en la maternidad y cambios en los estilos de vida y expectativas familiares. Países como Argentina (1,9), México (1,8) y Brasil (1,6) reflejan esta tendencia de manera clara, con cifras por debajo del nivel de reemplazo generacional, que se estima en 2,1 hijos por mujer.
En contraste, naciones como Paraguay, Guatemala y Honduras mantienen tasas superiores a 2,3 hijos por mujer. El fenómeno de la caída de la fecundidad en la región plantea nuevos retos para los Estados. A mediano y largo plazo, el envejecimiento poblacional, la reducción de la población económicamente activa y la sostenibilidad de los sistemas de pensiones serán temas centrales en la agenda pública.